El horizonte… y tú. En mi cabeza cae la lluvia. El banco sigue en la estación inmóvil, como aquel día. Tus pasos son un surco de promesas. Se siembra el grano. Manzana y pera. Verde fin que alimenta. Sirena oscura.
Me gusta.... insisto. Hermoso poema corto; ya sabes que son mi debilidad, pero éste me gusta a pesar del tamaño. Gracias por compatirlo, junto a esos ojos que reconozco bien.
De nuevo gracias, Rosa, por acercarte a mis palabras. Y atí, Manuel, doblemente gracias. Primero por, como Rosa, leértelo. Segundo por ese ordenamiento de contenidos, por esa variación, por ese giro del texto. Es otro poema. Y es el mismo. Esto es como el jazz. Tenemos un tema y sobre él improvisamos, objetivamente, claro. ¿Será esto literatura jazziana? ¿Será esto jazz literario? ¿Es esto literatura interactiva? Hay que ir pensando ya en una definición y en una palabreja para lo que estamos haciendo. Un término que nos defina. Un saludo cordial a los dos. Santiago solano
Me gusta.... insisto. Hermoso poema corto; ya sabes que son mi debilidad, pero éste me gusta a pesar del tamaño. Gracias por compatirlo, junto a esos ojos que reconozco bien.
ResponderEliminarCae la lluvia, y tú caes desnuda.
ResponderEliminarEsperas en la estación, en tu banco,
miras el horizonte
con ojos heridos, dulces y ausentes.
Inmóvil
como el día.
Labras la tierra: surco de promesas.
Tu mano, sirena oscura, esparce,
el futuro alimento en mi barbecho.
Es la verde promesa
de mi nostalgia.
(Gracias, Santiago, por darme ratos tan buenos)
De nuevo gracias, Rosa, por acercarte a mis palabras.
ResponderEliminarY atí, Manuel, doblemente gracias. Primero por, como Rosa, leértelo. Segundo por ese ordenamiento de contenidos, por esa variación, por ese giro del texto. Es otro poema. Y es el mismo. Esto es como el jazz. Tenemos un tema y sobre él improvisamos, objetivamente, claro.
¿Será esto literatura jazziana? ¿Será esto jazz literario? ¿Es esto literatura interactiva?
Hay que ir pensando ya en una definición y en una palabreja para lo que estamos haciendo. Un término que nos defina.
Un saludo cordial a los dos.
Santiago solano