miércoles, 29 de julio de 2009

EL MIEDO




     El horizonte… y tú. En mi cabeza cae la lluvia. El banco sigue en la estación inmóvil, como aquel día. Tus pasos son un surco de promesas. Se siembra el grano. Manzana y pera. Verde fin que alimenta. Sirena oscura.







3 comentarios:

  1. Me gusta.... insisto. Hermoso poema corto; ya sabes que son mi debilidad, pero éste me gusta a pesar del tamaño. Gracias por compatirlo, junto a esos ojos que reconozco bien.

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  2. Cae la lluvia, y tú caes desnuda.
    Esperas en la estación, en tu banco,
    miras el horizonte
    con ojos heridos, dulces y ausentes.

    Inmóvil
    como el día.

    Labras la tierra: surco de promesas.
    Tu mano, sirena oscura, esparce,
    el futuro alimento en mi barbecho.

    Es la verde promesa
    de mi nostalgia.

    (Gracias, Santiago, por darme ratos tan buenos)

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  3. De nuevo gracias, Rosa, por acercarte a mis palabras.
    Y atí, Manuel, doblemente gracias. Primero por, como Rosa, leértelo. Segundo por ese ordenamiento de contenidos, por esa variación, por ese giro del texto. Es otro poema. Y es el mismo. Esto es como el jazz. Tenemos un tema y sobre él improvisamos, objetivamente, claro.
    ¿Será esto literatura jazziana? ¿Será esto jazz literario? ¿Es esto literatura interactiva?
    Hay que ir pensando ya en una definición y en una palabreja para lo que estamos haciendo. Un término que nos defina.
    Un saludo cordial a los dos.
    Santiago solano

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