viernes, 24 de julio de 2009

LOS SUEÑOS


A mi amigo Emilio tras leer su poema LAS DOS CARAS


     El desierto, fustigado por el caballo azul que cuelga en lo alto, muestra sus sueños.

     Y es como un bosque iniciando la flexión de sus ramas, una explosión de crecimiento, duda y avance. Pero abajo, a la sombra, los alacranes blancos han mutado en venenosas serpientes, formas húmedas que se esconden, nadie sabe bien por qué.
     Y hay un animal – mitad ciervo, mitad hombre; un “cervihumano”, podríamos decir - que llora; tendido sobre el vertical verdor con que se ha vestido el castaño. Hay en su mano un arco, y una flecha que apunta a sus cuartos traseros.
     - Disparar o no disparar, las dos caras de mi alma – dice.
     Y hay también una paz vestida de ninfa que se pasea al fondo, entre los avellanos, como si fuera una realidad de mármol.
     Y hay una quietud sobre la paloma caída, inmóvil e impasible, como si el viento que atesora el ala del águila fuera nada.
      El desierto, esa mano cruel de los dioses, sueña… Y en su sueño está la belleza. Y esa otra cara oxidada de la moneda, esa vieja crueldad roída por el tiempo que ya no tiene valor.




2 comentarios:

  1. Caray Santiago, entre nuestros comunes viajes - pasados y presentes - al desierto, se está formando un alma compartida que, sin duda, empujará los sueños de nuestro espacio abierto...La verdad es que, en arena o hielo, eres un gran escritor. Otro tema común, pero extraordinario, es comprobar que, en nuestro caso, la mirada humana es siempre literaria. Y eso para personas como nosotros es la llama de la vida. Qué cerca está lo normal de lo mitológico...La palabra crea mitos y estos viven y perviven gracias a la misma palabra que los crea. Gracias por la dedicatoria Santiago.

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  2. Ya sé pasearme por los blog así que te deseo muchas felicidades en el día de tu santo.
    Supongo que has sido tú el que me ha instalado el contador de visitas. Gracias de nuevo

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