lunes, 7 de junio de 2010

OJOS DE PERRO

.
       Ayer domingo me levanté temprano. Abajo me puse mi malla roja y blanca de ciclista. Acolchada en las posaderas, sobre un calzoncillo casi nada, todo aire ajustado a los aires de la entrepierna. Me lo puse por vergüenza torera, para mantener las pertenecías bien sujetas. Y arriba una camiseta gris con el calendario Maya, recuerdo del viaje a Méjico; y sobre ella, la camiseta finita, apenas un suspiro, en rojo y blanco, a juego con todo lo demás. Como un corredor profesional, vamos. Las gafas de sol, la gorra roja. Y las zapatillas blancas con algunas sombras de grasa, abajo del todo, allá en donde el mundo de tierra empieza.
       El perro se había despertado ya cuando crucé el patio. Me miró desde su cesta con esos ojos de persona buena y sabia que tiene este animal. A veces pienso que sabe todo lo que me pasa, que comprende. Es tan de verdad el brillo limpio de sus ojos. Yo creo - no sé, no me hagan mucho caso, pueden ser sólo cosas mías -; yo creo que me preguntó si iba a alguna fiesta de disfraces. "Como vas vestido así", dijo. Yo me limité a sonreírle. Abrí la puerta metálica, luego el portalón que da a la calle. Puse el cuentakilómetros a cero. Me subí en la bici y empecé a rodar.
      El amanecer esperó, agazapado, tumbado, entretenido en alisarle los pelos al fantasma del otro lado del horizonte. Justo cuando yo salía del pueblo empezó el espectáculo: eran las siete menos diez. El fresco de la noche dormía sobre la paja que cubre los campos. La luz sube que sube, rauda, diligente, como si tuviera prisa por emborronarlo todo. Y el calor con ella, despabilando la humedad de la noche. Paja, amapola, margarita, aquel rosal salvaje sobre la pared de piedra; y el tallo verde de las plantas. Había como una marea de olores arrasándolo todo. Era todo un canto, igual que el canto de los gorriones, hacía nada, apenas dos minutos, sobre las tejas de mi casa.
       Me fui oliendo todo el campo en el ascenso de la pequeña cuesta, llenándome todo, saciándome por entero. Hasta que los pulmones no pudieron más. Entonces me di cuenta. Estaba vivo.

15 comentarios:

  1. Querido Santiago:
    Deseo felicitarte públicamente por dos razones.
    1ª Por la pulcritud de tu prosa.
    2ª Por tu inquebrantable voluntad de mantener viva,pese al sin número de problemas, tu ilusión por la Red.
    Un abrazo Miguel Ortega Isla

    ResponderEliminar
  2. ¡Que bueno, Santiago!: sentirse vivo cuando el dolor de la carne nos avisa de que lo estamos. A pesar de todo.

    ¡Cómo entiendo tus palabras!. Tantas veces he tenido esas mismas sensaciones, aún creyéndome muerto.

    Siempre es de agradecer que una mano amiga te lleve de paseo por esos rincones que creíamos conocer muy bien, pero que a menudo encierran ciertos detalles que nos pasaron inadvertidos.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  3. Estimado amigo Miguel.
    ¡G R A C I A S!

    Han tenido que pasar siete días para que alguien depositara un comentario a este texto. Alguno con menos temple que yo ya se habría cortado las venas. Tú ya sabes que siete días en este espacio blogsférico es algo más que una eternidad y media.

    Así que, fíjate si son importantes estas palabras de aliento tuyas. Tú, precisamente tú, el hombre de los silencios, has venido a esta tierra digital y, cual clásico espadachín de las letras, vas y destruyes la ausencia; esa necesaria presencia de la opinión de los otros, sin la cual, a decir de algunos, la bitácora, otros le dicen blog, deja de existir, se arruga y se convierte en algo distinto, algo sin vida, sin objeto.

    Estoy contigo en esto. Esa afirmación es una falsedad. Y lo es porque toda bitácora que se precie, que intente ser literaria, ha de ser toda ella, incluidos los comentarios, literatura. Si no, se convierte en un patio de "vecinosqueguaposeresquebienescribes". Y eso, a ambos, no nos gusta. Tú lo combates con el silencio. Yo en cambio lo combato con la palabra, intentando siempre que lo que de mí dependa sea siempre literatura, a ser posible de nivel, tanto en una entrada (género ENTRADA), tanto en comentario (género COMENTARIO). No siempre lo consigo, pero lo intento. Ahí está la historia de Sumac y mis comentarios en todas y cada una de las bitácoras en las que me derramo.


    Y no sólo eso. Con este comentario, tú demuestras que profundizas en las cosas, que no te quedas en la primera página, que vas más allá. Porque para llegar aquí has tenido que dar dos clic: uno para entrar en mi web personal, otro para acceder a mi bitácora, que no blog. Y eso tiene mucho mérito; más cuando todos sabemos que el médico te tiene a régimen de pantalla de ordenador.

    Y, algo más, sólo un poquito más. Apuntas en tu felicitación el meollo que me mueve. "Pulcritud/voluntad inquebrantable de"... sí inquebrantable, en la blogsfera e incluso más allá, en la página personal, ese otro gran reto personal, en el que me veo más sólo que la una. Porque muchos escriben en La Red, pero pocos son Escritores en Red.

    Porque Literatura en Red, en una página personal es todo aquello que acompaña a la palabra: el color, la foto que va al lado, el vídeo que va al lado, el espacio concreto de lectura. Escribir para La Red, no es sólo escribir en Red, es escribir para un medio de comunicación que goza de unas particularidades específicas y a las que habrá que ir sacando el máximo posible de provecho.

    Otra cosa es que hablemos de la frontera entre literatura textual y literatura hipertextual, entre literatura de autor y literatura de autores.

    ¡Qué listo eres, Miguel!
    ¡Gracias por estas palabras tuyas, breves y exactas! Todo literatura. Como cabía esperar de un poeta tan importante como eres tú.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  4. Estimado amigo Manuel.

    ¡Qué bueno, que esté por aquí, una vez, espero, terminado el trabajo de hormiga hacendosa en Ibiza!

    La hormiga, la que dejaste en tu bitácora, se escapó el domingo por la tarde. La estuve buscando, ayudado de unos amigos, ya sabes, Abre y Lee, y al final la encontramos y la devolvimos a su lugar, descanse.

    Ella se quejaba: "No me gustan las telarañas, las telarañas", decía. Pero nosotros, al final, le regalamos un caramelo de amistad y yerbabuena que va muy bien para la soledad. Y le prometimos que tú volverías pronto con tu Rosa y tu Jimena, que ya estabas llegando, y que en nada te pondrías a contarnos lo del castillo de humo de tu cigarro cayendo sobre la barra de un bar cualquiera, una noche de primavera, con luna y vino, y verdad; y alguna rime afortunada.
    Se nos quedó dormida en medio de esto.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  5. Aparte de eso, buen comentario, Miguel. Buen comentario, Santiago.

    Port

    ResponderEliminar
  6. Mira, Emilio, para sembrar polémica, contigo basta. Dos en esto son multitud.

    Así que he decidido que sobro yo.

    Sigue tú solo con la blogsfera, que lo haces muy bien, de verdad, muy bien.

    Sólo una cosa. Escritores en Red no es sólo la Blogsfera. No voy a permitir que sea sólo eso.

    Es más, si he de comenzar de nuevo, lo haré.

    ResponderEliminar
  7. "En los conflictos entre mente y corazón, sigue siempre el camino del corazón. Es menos rentable pero da más paz" Algo así me dijo una vez un buen amigo. Creo que es una buena máxima para hacernos todos menos daño y recordar lo mejor de nuestros actos, aunque no siempre podamos seguir ni ese, ni ningún otro camino, porque el corazón también se daña, y la mente no puede con todo.
    Esto no se lo digo a nadie. Me lo digo y me lo repetiré, cuántas veces pueda, a mi mismo.

    Port

    ResponderEliminar
  8. Venga chicos, perdonad el que se sienta ofendido, todos sois magníficos y todos estáis expandiendo Erabradomín en todos los frentes, cada cual a su modo, y todos, por poco que hagan, hacen, pues ya con ser socio se está haciendo mucho. Luego, el que pueda dar más, sin duda lo dará. Efectivamente hay unos pocos, yo no entre ellos, que son auténticos motores de la asociación, pero que estos no dejen de valorar, por favor, el granito de arena que ponen los demás, porque todo es útil. Y por favor, me gustaría que alguien me explicara en que momento una entrada o un comentario empieza a ser literario, ¿es de verdad tan nítida la frontera? Si es así, tal vez no todos los socios seamos capaces de hacer comentarios "literarios", ¿qué podemos hacer?, ¿nos callamos, simplemente? Un saludo.
    Antonio

    ResponderEliminar
  9. Port, me gusta esa frase de Javier Krahe. Yo me aplico otra máxima algo más frivola. Creo que adecuándola, puede ser muy válida también para todos nosotros. Yo me acuesto con mi compañero y con mi conciencia. Intentar que la conciencia sea la primera en dormirse suele ser presagio de un buen descanso o de un buen plan…
    Un abrazo a ambos.

    ResponderEliminar
  10. Alicia, voy a poner un poco de ironía y buen humor en el blog...si siempre la conciencia, que es consciencia, se duerme antes...tu compañero pensará que tienes algo contra él ( sonrisa)...Yo creo que debes pedirle a tu conciencia que se quede dormida, alguna vez, después que tu compañero, je, je...Me ha hecho mucha gracia la dicotomía..y he pensado: debe alternar el sueño de ambos. Otro abrazo para tí...

    Port

    ResponderEliminar
  11. Antonio...además de buen escritor, ya te lo dicho en alguna ocasión, siempre me has parecido una gran persona. Y eso vale más que todas nuestras capacidades literarias juntas. Si, el tiempo...ese depredador invencible...Un fuerte abrazo.

    Port

    ResponderEliminar
  12. Santiago!! He pasado dos días en Madrid, y resulta que me entero de que tu blog no está parado como yo pensaba!!
    Primero, pedirte perdón, porque si no he venido por aquí es porque voy pinchando de blog en blog en las actualizaciones, y con el tuyo debe haber un problema, porque aparece como si hiciera 5 meses que no escribes. Asi que ¿me perdonarás?

    Sobre tu texto, me lleva a esas madrugadas en las que, como bien dices, te sientes vivo, porque sientes el mundo, sobre todo los aromas, los olores que, de alguna manera, calan más que otras cosas. Y ese perro, que seguramente será igual que el mío, y que a veces parece que nos conocen más que nosotros mismos... En fin... me encanta, gracias por el paseo en bici!!
    Un beso

    ResponderEliminar
  13. Gracias Emilio, gracias Antonio, gracias Ana, gracias Pilar.

    Me voy de viaje; y vosotros venís a casa, y me dejáis esta maravilla de cariño que me aturulla.

    Os quiero un montón.

    ResponderEliminar
  14. Pues hala, querido Santiago. Tu que sabes y puedes, pon en orden tu blog para que nos aparezcan las actualizaciones, que estamos todos igual que Pilar.

    Ya sabes que el cariño es mutuo.

    ResponderEliminar
  15. Yo me apunto a pedirte con todo mi cariño, que busques la forma de actualizar tu blog, porque ahora, por ejemplo, me entero de que te has colgado en una nube adorable, a través del blog de Mª Carmen y eso no vale...

    De cualquier forma, lo actualices o no, sabes que te leemos con mucho cariño, aunque no siempre se vea.

    Un beso y mi admiración siempre.

    PD. Lo de "mantener las pertenencias bien sujetas" tiene su encanto ¿eh? (jajaja!)

    ResponderEliminar