Hay una explanada de arena frente a mí, sobre el acantilado. Las montañas están lejos, bajo un cielo blanquecino. El árabe, ataviado con chilaba blanca y turbante, está mirando el vacío. La barba se mece con el viento. A mis espaldas hay una construcción antigua, una oscuridad infectada de humo.
Alá levanta su mano protectora sobre el mundo. Pero yo me siento soldado español. No necesito mirarme para saber que voy vestido así. Siento el peso del fusil sobre el pecho. De pronto el hombre hace un gesto. “Va a saltar”, pienso.
- ¡No, abajo no hay nada! – le grito.
Pero el árabe no me hace caso. Sus ojos relampaguean un segundo sobre los míos, tercos, con una certeza absoluta. Es como si dijeran: ¡Alá proveerá! Entonces me decido. Salgo corriendo. Luego salto. Y mientras mi cabeza corta el aire, grito:
- Ves, abajo no hay nada, sólo la muerte.
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sábado, 13 de noviembre de 2010
SOLDADO ESPAÑOL
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Este relato me ha estremecido, Santiago, por motivos personales. Mañana se va a Afganistán mi sobrino militar, Fer, de 26 años -el compañero de fatigas de mi hijo Jaime desde que los dos nacieron hasta los 8 años, cuando la muerte los separó.
ResponderEliminarSólo un nudo en el alma. Sólo eso.
ResponderEliminarPort
Santiago, este es uno de los lados oscuros de la vida, contado desde la sensibilidad que te carazteriza.
ResponderEliminarUn abrazo.
Mila
¿Quién no saltaría al vacio,a cualquier vacío,tratando de evitar el imposible, pues allá abajo uno sabe que sólo está lo irremediable, si al que tratas de proteger es el ser querido?¿y por qué sólo al ser querido? Para meditar y estremecerse. Y luego silencio, como dice Manuel
ResponderEliminarValeriano
Impresionante relato Santiago. ¡Ojalá! sirva paraa que al menos alguien quiera leer, lo que desde hace tanto tiempo, no quiere ver.
ResponderEliminarUn abrazo amigo
Santiago, te sigo...
ResponderEliminarMe pone la piel de gallina tu relato, me impresiona.
Un beso
Impactante relato Santiago. Puedo entender que se muera por salvar una vida, jamás comprenderé que se muera por la promesa de un paraíso a cambio de sembrar la muerte y la destrucción.
ResponderEliminarDespués de leer tu entrada, la de Manuel, la de Ana, la de Maribel, de ver los telediarios...yo como Groucho Marx digo” que paren el mundo que me bajo”
Besos y abrazos.
Ana,Port,Manuel,Mila,Valeriano,Rosa,Pilar,Mari Carmen.
ResponderEliminarMientras leo vuestros comentarios y siento vuestras palabras, se me acercan las notas de la vieja canción hasta el corazón y veo la lágrima en los ojos de las madres.
Un abrazo a todos.