Hemos estados todos los autores de esta bitácora en esa zona la semana pasada, y sí había muchos alemanes; también rusos, polacos, etc. Hemos visto mucho alcohol, carreras, besos escondidos, besos a la luz del día; circulando por cuerpos muy jóvenes. Esperamos no sea algo irremediable.
Preciosas las fotos, sobre todo la segunda y tercera; es que la cabra tira al monte.
ResponderEliminarHermosas imágenes con sabor medoterráneo,:)
ResponderEliminarBesos.
Qué azarosa entrada, precisamente en el momento en que ha desaparecido una alemana en esa bella población.
ResponderEliminarUn abrazo.
Siempre consigues arrancarle el mejor de los azules al mar… Preciosas fotos que me hablan desde su quietud.
ResponderEliminarBesos y abrazos.
Gracias Trim, por tu visita.
ResponderEliminarA mí las fotos de la tormenta de tu blog me parecen estupendas... y la foto del perro asociada a la frase de Quevedo, genial.
Un besote.
Iacob
¡Que bien, Ohma, Hija del Invierno, otra vez por aquí!
ResponderEliminarHaces que me siente muy bien con tus visitas.
Saludos.
Iacob
Estimada María Luisa.
ResponderEliminarHemos estados todos los autores de esta bitácora en esa zona la semana pasada, y sí había muchos alemanes; también rusos, polacos, etc.
Hemos visto mucho alcohol, carreras, besos escondidos, besos a la luz del día; circulando por cuerpos muy jóvenes.
Esperamos no sea algo irremediable.
Iacob
El azul del mar hace juego con el azul de la Paloma de la Paz de tu blog.
ResponderEliminarEl mar parece tranquilo. Desde el barco se movía un montón.
Besos.
Iacob