“¿Para quién?”, pregunté. “Noia”, dijo ella. “Para el rayo de luna que sigue iluminando este libro”, escribí. Ella sonrió, luego leyó mi dedicatoria una y otra vez, ininterrumpidamente, hasta que yo cerré la puerta de mis ojos por dentro. Para entonces mi vida de escritora se había agostado. Afuera llovía.
A Nandy de Lara
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Elvira..." La dedicatoria...."
ResponderEliminarBellas y dolorosas palabras
en tu escrito, que llegan al corazòn.
un beso desde Argentina
Gracias Doris por tu lectura y por tus palabras.
EliminarUn beso.
Iacob.