Si la fortuna me sonriera con mucho, mucho, mucho dinero, haría lo siguiente. Compraría una isla tan grande como la provincia de Toledo. A todas y cada una de las familias que habitaran o quisieran habitar en esa isla, les construiría una casa digna y les proporcionaría lo necesario para que vivieran una vida de honrados trabajadores, cada cual realizando la ilusión de sus sueños, desde luego, con todas las necesidades básicas cubiertas y dos o tres caprichos de más al mes. Eso sí, los dineros obtenidos con la venta de los productos de toda índole que se pudieran producir en esta sociedad atípica reverterían exclusivamente a mis arcas. Esto perduraría todo el tiempo que yo viviera. Luego, todo aquello que las familias han utilizado durante mi, espero que larga vida, pasaría a ser propiedad de los propios usufructuarios; que, yo muerto, para qué lo quiero.
¿Te apuntas a este sueño?
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Nota. Lo que hubiera en el arca, o las arcas, los beneficios de todos esos largos años de exquisita producción, eso ya no sé. Eso, se lo piensas ustedes, que seguro que encuentran alguna manera de solucionarlo. ------------------------------------------ |
sábado, 16 de marzo de 2013
La isla misteriosa
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El sueño es bien completo, todo está pensado.
ResponderEliminarSí, Trim, todo atado y bien atado; pero sin cuerda.
EliminarDigo, sin dinero.
Iacob
Venga, va... Me apunto.
ResponderEliminarUn abrazo, soñador.
Tomamos nota... No estaría mal una escritora, digo, buena escritora en esa isla.
EliminarIacob
Gracias.
EliminarAhora estoy metida en demasiados charcos y ni siquera sé cómo voy a salir de ellos, pero en cuanto me libere, me plantearé tu generosa oferta.
Un abrazo grandote.