domingo, 7 de junio de 2009

SORPRESAS QUE DA LA VIDA





     El viernes me hice unos análisis de glucosa porque últimamente llevo un tiempo dando siempre positivo, con números altos: el último, 217, en ayunas, que ya es un tono musical subidito; algo estridente, vamos. Lo normal sería sobre 100. Y otro análisis de sangre en heces, por aquello de que mi madre murió de cáncer de colon, y porque quiero ver que tal va eso. Últimamente me encuentro siempre muy cansado, siempre con mucha sed.
     La primera sorpresa me la dio, precisamente, el que estaba extrayéndome la sangre, que hizo un comentario innecesario. Dijo: “pues eso de la sangre en heces, malo”. Como podrán comprender, se me puso la adrenalina a tope.
     Luego, tras abandonar la clínica, me dije: ¡Calma, amigo, todo es nada!, como dijo el poeta. Si los resultados son negativos, a seguir escribiendo. Y si no, pues, a luchar a muerte: eso, a irse despidiendo de este mundo. Esto toca”.
     Pero ahí no acaba todo. Subiendo hacia la Plaza Mayor, en un soportal, hay dos hombres hablando entre ellos. Cuando paso a su lado, uno me dice:
     - ¡Guapo, qué bien te queda esa barba!
     Yo sonrío, claro. Sonrío y pienso: ¡El mundo está del revés… me pierdo poco, desde luego! Ya no es como antes, aquel mundo que creíamos perfecto.
     Y un poco más arriba, en la plaza de Santa Cruz, me cruzo con un chico joven de ojos perdidos por el consumo de alguna sustancia, no muy buena, desde luego. Me pide una moneda para volver a casa, me cuenta que le han robado, que está solo, que le esperan en casa, en Alcalá de Henares. Yo sigo adelante, le digo que no tengo nada. Él me sigue unos instantes, hasta que me cruzo con otra persona. Entonces me deja a mi, y la toma con ella. Ahí recuerdo que esta semana me han robado el teléfono móvil, nada 140 euros, y a mi mujer, las gafas graduadas, que por su problema visual, ronda los 1000 euros. Sí, sí, 1000 euros.
     Vamos bien, ésta es la dirección que ha tomado la carretera del mundo. Dan ganas hasta de…

3 comentarios:

  1. ¡ÁNIMO, Santiago! Que no sea nada eso del azucar y del colón, te necesitamos por muchos años. Ah, y que sigas teniendo tanto éxito con tu barba, ja, ja , ja.

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  2. Santi, ¿en qué esquina estaba ese que te dijo lo de la barba?
    ¡Que cosas nos pasan a los escritores! Explótalo. Un abrazo.
    Alex

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  3. Todo lo que quería decirte te lo he dicho en el último mail. Y no te empeñes: no vamos a separar la Literatura de la vida. No tiene sentido. La nuestra. ¿O es que somos algo más que lo que pensamos y sentimos?. Y lo de la barba...ya ves que no soy el único que te dice que es un bombazo...por eso me la quité yo. Para no competir.
    Un fuerte abrazo.

    Port

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