Delante de la cama la luna brilla.
Encima de la escarcha está la duda.
Miro arriba y hay luna llena,
miro abajo y añoro mi tierra.
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Tú, ahora eres un jarrón con flores.
Lo eres porque huelo el perfume.
Lo eres porque la luz choca contigo
y deja en mis ojos la forma
y la curva. Lo eres porque el alfeizar
está debajo, la madera
está debajo, todo está debajo
y atrás, como una vieja alfombra
que preservara tus pies de la nada.
.
Ahora eres incluso más
que un jarrón. Puedo oler la tierra húmeda
en la mano del ceramista.
Puedo adivinar el barro, en medio
del camino; incluso sé
olvidarme del aire. Y aún estás
ahí, atado al vientre hueco;
como si tu viejo ser estuviera
abocado a ser… Li Bai, eres
eso, ese jarrón que nunca antes
fue bajo la luz en mis ojos.
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