jueves, 11 de noviembre de 2010

COMO PERROS


     En estos días de frío, la amistad es una llama.
  Siempre había pensado esto. Y también otras cosas relacionadas con la eternidad. Pero es mentira.  Toda percepción tiene un límite. Y las palabras hieren tanto o más que los golpes. Lo sé. Y sí, un escozor brota en mis ojos cansados; y lagrimeo, y miro para otro lado cuando pasa el que fuera mi amigo. "¡Ojalá y se caiga por la escalera!", grita el enano. Y yo me miro en sus ojos, en las feas arrugas de su cara.
     Sí, ese animal rabioso que lame la sangre, también soy yo.

6 comentarios:

  1. Santiago, la ira es la culpable de que quizás, a veces, sintamos alejarse la amistad. Es un viento frío que aleja cualquier posibilidad de calor. No hay que permitir que se adueñe de nosotros. Es una mala consejera y nos hace infelices.

    Tú me has arropado en los días de frío y me has demostrado que la amistad es una llama...una preciosa llama. No es mentira. Yo lo se.

    Besos y abrazos.

    ResponderEliminar
  2. Las palabras, eso es sabido, hieren tanto o más que los golpes. Yo creo que bastante más porque golpean el alma. Y en cuanto a la ira, Mari Carmen, forma parte de nosotros, yo la siento con frecuencia sobre todo ante las situaciones de injusticia. Y no siempre es negativa, si se sabe canalizar y utilizar la energía para intentar cambiar las cosas.

    Abrazos a los tres.

    ResponderEliminar
  3. Ya es hora de fumar la pipa de la paz... incluídos los perros.

    Abrazos.

    ResponderEliminar
  4. Santiago, lo primero que uno tiene que intentar es no confundirse con respecto a lo que considera amistad. Para mí la amistad es algo muy grande y que comparto con un grupo muy reducido de personas. Trasciende en el espacio y en el tiempo. El resto pueden llegar a ser incluso muy buenos compañeros. Sin embargo los amigos, los verdaderos amigos, dudo que estén incluidos en ese pequeño texto que nos presentas. Es por eso que creo que el dicho “no daña quien quiere sino quien puede” es una gran verdad. Un amigo jamás te herirá ni con palabras ni con hechos. Si lo hace es que te habías confundido al considerarlo como tal. Un amigo es el que duplica las alegrías y divide las angustias, el que te quiere como eres y su presencia te ayuda a ser mejor, el que pudiendo estar en otro lugar acude contigo cuando presiente que le necesitas, aquel con el que puedes pensar en alto sin temor a ser juzgado…son muchas cosas. Es como un mundo maravilloso en un recipiente de siete letras.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  5. Interesante el juego de planos. Inquietante, incluso. Me encanta y me desasosiega (eso lo hace la buena literatura muchas veces)
    Sólo una nota, por incordiar más que otra cosa:
    A veces el amigo se pone "borde", corrige, hace caer en la cuenta... Y entonces deja de considerársele amigo, pero... a lo mejor ese era el amigo de verdad y no el que a todo cuanto hacemos dice amén. Se parece a aquello de que "quien bien te quiere, te hará llorar" Y no es que haya que ser un cabrito con el amigo sino que la alabanza mutua permanente y pese a todo es mal sustento para la auténtica amistad. ¿Cuántas veces nos desengañó el supuesto amigo empalagaso en sus halagos y nos sorprendió el que parecía distante y nos ayudó con firmeza que inicialmente nos dolió?
    Mi abrazo

    ResponderEliminar
  6. Emilio,Mari Carmen,Ana,Manuel,Alicia,Enrique.

    Es una verdadera delicia tener a los amigos aquí, tan cerca de uno, leyéndole las palabras.

    Aunque sea sólo un ladrillo de la casa que se construye poco a poco, palabras a palabra.

    Me siento orgulloso de vosotros, más que de nada.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar