martes, 23 de noviembre de 2010

Dark Street

         Rafael camina por la calle peatonal. A cincuenta metros ve un grupo de personas trajeadas. Todos están de pie - distendidos, mas no descuidados -, al lado de la puerta del conductor; esperando cada cual a su señor. La magnificencia de los coches brilla bajo la luz oblicua de la tarde. Oye sirenas a su espalda. Se aparta, se pega a la pared. El primer vehículo lleva en el techo una luz azul que da vueltas. El blindado va en el centro; el otro en cola, con las alarmas bramando. "El poder siempre trae eso consigo: ruido, mucho ruido", piensa. 

2 comentarios:

  1. Querida Santiago. Tu ¿micro?-relato, me ha encantado.

    Es dificil ser tan sintético y tan intenso a la vez. Tu lo consigues. Parece la única verdad: el Poder hace mucho ruido.

    Mi enhorabuena de lector adicto a tus muchos blogs.

    Un abrazo.

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  2. Manuel este texto es efectivamente un esfuerzo en síntesis e intensidad.

    ¡Quién tuviera más tiempo para más vida! Pero sólo hay un tiempo para muchas vidas que es la vida.
    Un abrazo, amigo.

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