sábado, 21 de julio de 2012

MARI CARMEN ANTXIETA

A mi primera seguidora, es decir, a Mari Carmen Azkona.



MIGUEL DE CERVANTES
por alusiones
     Mari Carmen Antxieta - de cuyo verdadero apellido y verdadera dirección no quiero acordarme, que diría el afamado novelista -, vive en el nueve de la Calle Araba, en Portugalete, en el primero derecha. Fue madre soltera durante cuarenta años, y ya pasa un mucho de los sesenta y cinco. Es por tanto una modesta pensionistas enganchada al mundo digital, lo mismo que su hijo en otro tiempo lo estuvo a esas drogas que terminan por llevarle a uno por delante, que fue exactamente lo que le sucedió. Su mundo no es de este mundo. Es decir que vive más para cubrir las necesidades de su fantasía que para observar el devenir de la vida en las calles del otro lado de la puerta. Sobre las ocho o las nueve de la mañana, no más, en la misma cama, un primer pitillo con la premura de la abstinencia. Un pitillo y esa reiterativa tos rasgada y bronca del camionero son el amanecer de cada día. Luego, tras una fruta y una taza de leche, si la necesidad de la subsistencia no le obligan a salir al supermercado, o al estanco, empieza las lecturas en papel, las cuidadosamente seleccionadas lecturas de los clásicos. Con esto ya le llega la hora del Ángelus, muchos días también la del vaciado del primer cenicero. La casa está para entonces llena de humo; pero a ella no le importa. Es su humo, esa parte de sí que la define. Luego, tras un caldo de verduras de tetrabrick templado en el microondas y una sardina enlatada con un trozo de pan de anteayer, toma una siesta de dos horas. Con la mente despejada, cigarrillo en mano, puede que el primero de la segunda cajetilla, si no más, despacha las lecturas y los comentarios del universo blogger; no en balde es seguidora de más de doscientas bitácoras.
CIGARRILLO
por alusiones
     Sobre las cinco de la tarde tira a la papelera los restos del segundo cenicero y, desde hace ya más de dos años, abre el procesador de textos. La página en blanco empieza a llenarse de palabras, de esas palabras que vienen del humo del cigarro a la yema de los dedos, sin intermediario alguno, como por arte de magia. Siente un deleite, un placer inenarrable. Es, llanamente, ir llenando el espacio en blanco e ir, a su vez, vaciando la hiel y la ponzoña que anidan en su corazón desde el mismo albor del tiempo. Sin darse cuenta se le hace de noche. Es entonces cuando se pone la bata, todo el día ha estado en pijama, y sale a la minúscula terraza, a respirar el aire de la noche que llega siempre con olor a mar. El humo del cigarro encerrado en casa durante todo el día sale entonces a la calle por la puerta corredera abierta de par en par como si hubiera habido un incendio, en una columna espesa y gris, casi tan gris como los días que vive. Pero a ella eso no le importa en absoluto. Ella mira las cuatro macetas que tiene sobre una mesa de camping, a la derecha, según se sale. Es la que utilizaba hace ya muchos años en las vacaciones, cuando su hijo era el centro del universo y la esperanza era un punto de luz en los cielos cubiertos del barrio. Los geranios rojos le gustan, quizás sólo por ese tacto aterciopelado de sus hojas. Los acaricia, todos los días, con una leve sonrisa, como si recordara algo gracioso que nunca ha contado a nadie. Luego entra, vuelve con agua y los riega. Las anaranjadas luces de las farolas visten la calle de una realidad falsa. La oscuridad del cielo es un disparo de silencio en su alma. Enciendo un pitillo, posiblemente el primero de la tercera cajetilla del día, se apoya en la baranda y mira la calle. Sus ojos siguen siendo dos ventanas, dos ventanas que en ese preciso momento dan afuera, a esta otra realidad en la que cada cual es no lo que quiere ser, sino lo que los otros le dejan que sea. Entonces recuerda. Es pensionista, la vida se le ha escapado de entre los dedos como el agua, los días son un desagüe lleno de tristeza. Tira la colilla a la acera, suspira y dice, esto no tiene arreglo.
STARGATE
por alusiones
     Luego, tras contestar los correos electrónicos, llega la hora del visionado de Stargate. El audio es indefectiblemente en versión original, a veces en alemán, o incluso en italiano, pero siempre con subtítulos en español. Todas las noches, antes de irse a la cama, pone un disco compacto en el lector del ordenador. Lleva así más de cuatro años. Primero fueron las diez temporadas del ciclo SG1, luego las cinco de Atlantis, y finalmente las dos de Universo. Todas las noches, como mínimo, medio compacto, o sea noventa minutos de cine. Y cuando llega al final de todas las temporadas, retrocede al principio. Es un giro completo, un regreso a los orígenes, un volver sobre los mismos pasos que a ella le recuerda, no sabe muy bien por qué, el eterno esfuerzo de renovación de la naturaleza. Se sabe casi todos los episodios de memoria. Pero eso no tiene importancia alguna. Lo que sí la tienes es que estando allá afuera, entre las estrellas y las galaxias, ella es feliz. Y eso no tiene precio.  

.......................................

P.D. Su nombre de guerra en La Red es “Egunon”, algo así como “buenosdías”. 

------------------------------
------------------------------


17 comentarios:

  1. Que descripcion mas amena y hermosa.haces de esta persona.Por un momento estaba viendo a mi antigua y soñada compañera de toda mi vida,un saludo,

    ResponderEliminar
  2. Gracias Agustín por venir a leer a esta casa de palabras llamada EL LITERONAUTA.
    Y muchas gracias también por tu comentario que me sienta la mar de bien.

    Iacob

    ResponderEliminar
  3. Muy buena la historia y la descripción de la protagonista. Es fácil imaginársela con el cigarrillo en la mano, la velada tristeza de su mirada y acariciando los geranios que tanto le recuerdan..., para después sumergirse un día más en su mundo de estrellas donde todo es posible.

    Un saludo.

    ResponderEliminar
  4. Una lectura deliciosa.
    Gracias por el buen rato y encantada de conocerte.
    Un saludo afectuoso.

    ResponderEliminar
  5. Gracias Isabel.
    Bienvenida a esta tu casa.
    Iacob

    ResponderEliminar
  6. Estimado Iacob.

    Me veo reflejada en este seguidor tuyo. En algunas cosas soy yo misma. El tabaco, hace ya años, desde luego, y la lectura y escritura. No así la nostalgia de tiempos pasados. A mí eso no me ata.
    Aprovecho este comentario para desearte una buena onomástica en este veinticinco de julio de dos mil doce...
    ¡Cómo pasa el tiempo!


    Nandi

    ResponderEliminar
  7. Estimado amigo Iacob.

    Encuentro tu blog, después de tantos años, y precisamente en el día de tu santo. Es un milagro. Ya sabes que yo en las casualidades no creo. Me gusta, me gusta mucho esta Mari Carmen Anrxieta. Y todo tu blog. Cecé es guayyyyyyyyy.


    Un beso.
    Elvira

    ResponderEliminar
  8. Lo comentas con cierta dulzura... sera verdad lo que cuentas ? me ha gustado y mucho -
    Te has quedado en mi blog y yo en el tuyo - besos , y soy seguidora fiel-

    ResponderEliminar
  9. Estimada Condesa de Lara.

    Muchas gracias por su comentario.
    Me alegra que se sienta identificada con algunos rasgos del personajes, pues esa era precisamente una de mis intenciones.
    También me complace, por el inmenso valor sentimental que para este pobre viejo escribano tiene, su felicitación por mi santo.

    Iacob

    ResponderEliminar
  10. Queridísma Elvira.

    No me lo puedo creer.
    ¿Eres tú, mi Elvirita del alma?
    Dios, sí que es un milagro.
    ¿Qué ha sido de ti, dónde vives, te casaste?
    ¿Nos podemos ver, o escribir?


    Tu Iacob

    ResponderEliminar
  11. Estimada Rosa.

    Toda ficción se hace más o menos realidad en cada lector.
    Este personaje ya ha sido real en ti, y eso, para mí, es muy importante.
    Para que sea una realidad de carne y hueso, sólo se necesita un lector que tenga podres de transustanciación. Y esos ya son palabras mayores.

    Nos seguimos.
    Iacob

    ResponderEliminar
  12. Cervantes, o maior do século XVI junto com os Lusíadas de Luís de Camões e os Descobrimentos Maritimos Portugueses.

    Com muito interesse!

    Maria Luísa

    ResponderEliminar
  13. Gracias de nuevo, Elia, por tu comentario.
    No sé qué decirte.
    Ahora sí que tengo miedo de no estar a la altura.

    Iacob

    ResponderEliminar
  14. Gracias, María Luisa, por tu comentario.

    Es verdad, Camöes, fue un estraordinario poeta; comparable desde luego a nuestro Garcilaso de La Vega, cada cual en su tiempo y en su país, eso sí.

    Iacob

    ResponderEliminar
  15. Me encanta. Acabo de descubrirte como seguidor de uno de mis blogs y para agradecértelo no podía por menos que visitarte. Ha sido un acierto haberlo hecho. Cuenta conmigo por tu sitio como seguidora a partir de ahora. Por cierto, si te gusta escribir, te animo a que te hagas usuario de un foro que quizá te pueda interesar (andamos escasos por allí de participantes, la verad).

    www.abracadabra-nuncajamas.com

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  16. Querido Iacob, lo primero que debo hacer es agradecerte la deferencia que hacia mí has tenido con esta dedicatoria. Y segundo... Sin palabras me dejaste la primera vez que lo leí, y apenas me salen ahora tras releer este hermoso y tierno semblante. Eres un gran escritor, sin duda, no solo has hecho el bosquejo de un personaje, sino que han erigido ante nosotros una persona de carne y hueso, y para eso hace falta mucho oficio.

    El otro día paseé por la calle Araba, y, aunque miré con detenimiento, no conseguí distinguir los geranios. Quizás fuese un día de bochorno y Mari Carmen los retiró para que el sol no los dañara. Pero continuo vigilando el balcón, tal vez, algún día, la vea asomada al balcón al anochecer, precedida de esa columna de humo por la que se evaden sus sueños no cumplidos. Y miremos juntas las estrellas, esas luces de las que formamos parte... ¿O era al revés y nosotros estamos formados por polvo de estrellas? Poco importa, ¿verdad? Sabernos parte del universo es lo verdadero.

    Quisiera, antes de despedirme, enviar un saludo a dos antiguas conocidas y con las que hace mucho que no coincidía: Nandi de Lara y Elvira Robles. Qué buenos momentos pasamos juntas, qué gratos recuerdos vienen a mi mente en estos momentos.

    Y ahora paso a despedirme con todo mi cariño, agradecimiento y reconocimiento ante un gran escritor y compañero.


    Besos y miles de abrazos.

    ResponderEliminar
  17. Estimada Mari Carmen.
    Gracias por este broche tuyo de oro, sólo posible en una gran escritora sin duda, a un texto mío.
    Me siento muy alagado.
    Lástima que sea hoy, que ya no está en primera plana.
    Así lo leerá menos gente, o ninguna.
    Aunque para mí tiene la misma importancia.

    Iacob

    ResponderEliminar