sábado, 20 de octubre de 2012

ÚLTIMA ENTRADA




     Estimada Sofía.



Gracias por esta visita y esta lectura que me haces. 
Gracias, otra vez, por tus halagos.
Eso de “preciosa historia, qué bien escribes”, me llena de orgullo, de mucho orgullo. 
Como escritor no puedo pedir más.
He conseguido la verosimilitud.
Tú vienes, entras, lees, y crees todo cuanto escrito está.


Dicho esto quiero dejar escrito también, para que nadie se equivoque de aquí en adelante, que este CUADERNO DE BITÁCORA es TODO FICCIÓN.

Digo cuaderno de bitácora, no blog. Digo ficción. 


Como lectores entran ustedes en un viaje imaginario que bien pudiera parecer real, no lo olviden. 

Quien esto escribe está empeñado en un viaje al estilo cuyo fin último es escribir de cuatro maneras distintas. 
Quien esto escribe pretende construir cuatro personalidades distintas y un silencio.


Todo en este Cuaderno de Bitácora es tan  imaginario y tan literario que ninguno de los cinco autores que escriben en él es un ser de carne y hueso.  

Porque incluso el Santiago Solano de este cuaderno no es el Santiago Solano Grande, la persona física que paga sus impuestos y muere cada día un poco.
El Santiago Solano de esta Bitácora es un autor derrotado, un autor que no escribe. El que paga y muere, ya ven, no para.



Este Cuaderno de Bitácora es ficción, 
todo es ficción en este Cuaderno de Bitácora.



Por todo esto, estimada Sofía, y puesto que todos y cada uno de los elementos que componen esta bitácora tienen su razón de ser, tengo que PEDIRTE QUE ELIMINES DE TU WEB MI TEXTO. 

Allí, al lado de esas otras palabras de color único, está fuera de lugar, pierde toda la irrenunciable interrelación contextual que yo, como autor, deseo. 
Está bien que pongas el enlace a mi web, para que el que quiera leerlo lo haga.
Sí, me parece estupendo que vengan a mi bitácora y lo lean tal y como yo quiero que sea leído. 


He intentado pedirte esto en tu web, en tu foro, porque ya ves que sí tengo alguna pega con eso, y no he podido.

Allí, para poder escribir, hay que ser del gremio de La Casa Literaria, hay que darse de alta.
Y cumplimentar un formulario con mis datos para decirte esto que te digo tan solo, pues no me parece muy adecuado. 


Siento decepcionarte, pero soy chico, no chica.

Bueno, en realidad soy Iacob Shilenuss, Nady de Lara, Elvira Robles, Elija G. Solís, Santiago Solano y Santiago Solano Grande. 
Y deambulo por las calles de este mundo con la máscara que estimo oportuno para cada ocasión.
Hoy soy un viejo dios borracho.
Éste de la fotografía de aquí abajo, sí.
     Un beso.

Iacob Shilenuss
Portavoz



Mi texto en La web de Sofía 

5 comentarios:

  1. Cuántas vidas necesitamos para expresarnos... Y todas nos son necesarias, pues vivos están nuestros personajes, mucho más que algunos vivos de nuestro alrededor.
    A todos los aquí presentes, mis respetos, sobre todo a Iacob, portavoz oficial de los personajes.
    Un abrazo o, mejor, varios, uno para cada uno (muy especial para Santiago Solano Grande).

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  2. Señor creador de esta bitácora...si viera cómo le comprendo. Hay personalidades múltiples que son patológicas y esas son peligrosas para el propio individuo y la sociedad...pero las personalidades electivas son maravillosas. Son aquellas que podemos crear a través de nuestra voluntad e imaginación, son las que nunca se nos van de las manos pues, a veces, son nuestras propias manos, nuestro tacto, nuestra visión. Las personalidades selectivas solo rinden tributo al deseo y expresan nuestro verdadero yo, múltiple y creador, capaz de sobrevolar la cotidianidad y el gris, a veces, de la propia existencia. Qué habría sido de Pessoa o de otros escritores si no hubieran tenido la posibilidad de escribir desde la plataforma personal escribían. Nacemos con un nombre dado, nos confirman, más adelante, con un número de registro...pero ya por entonces hemos adquirido el lenguaje y se ha ido conformando el pensamiento. Y con el pensamiento, la posibilidad de elegir interiormente. Elegir exteriormente ya es otra cuestión pero, algunas cosas, sí están sujetas a voluntad. Ya que no siempre podemos elegir cómo vivimos que, al menos, podamos elegir como volamos. Mis respetos a todas sus personalidades electivas.

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  3. Una pequeña acotación a mi comentario anterior: si, además, somos capaces de que parte de nuestro vuelo se confunda con la realidad y elevemos nuestra condición, transformando esa propia realidad y haciendo que las fronteras entre ella y los sueños no sean tan difíciles de traspasar, estaremos también contribuyendo a que no sea la sociedad, el mundo, el que decida nuestros pasos, el que nos coloque y nos encasille a su medida. Un escritor, un creador, tiene que tener, no solo la libertad de ejercer su trabajo literario, sino de poder ser quien decida ser, al menos en sus escritos. Conjugar todo es compleja labor, pero es que la vida lo es. Usted no se oculta, usted se muestra. Solo que elige sus propios límites. Y sus propios paisajes. Si se confunden con lo que los demás llaman escenario general, bien. Y si no, tampoco es importante. Yo creo que la soledad de Fernanda de Lara, por poner un ejemplo, está llena de compañía real. Y los deseos de nuestros personajes, al menos, aquí, en esto que llaman Literatura y yo llamo literatura y vida, no se despeñan en el abismo de la nada sino que, como los de Don Quijote, abren sus horizontes y se funden con el espacio y el tiempo. Esas coordenadas que, tarde o temprano nos harán ver a todos que hay un estadio final igualitario - del que no se libra ni dios - pero que cuando lleguemos a él, ya tendremos tiempo de compartirlo con tirios y troyanos. Saludos, con mi reconocimiento y afecto, Iacob y demás...Bueno la acotación no ha sido tan pequeña, pero es que sus actos y su escritura me inspiran, estimado amigo.

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  4. Gracias Isabel por tu lectura y por tus palabras.

    Es verdad que una vida, al menos para algunos de los que escriben, es insuficiente; de ahí los personajes, que son otras vidad, sí.

    Decoraré mi cuaderno de los recuerdos con tus respetos y atesoraré tu abrazo como el gran regalo que es.


    Iacog


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  5. Estimado Emilio.

    Te contesto en esta única entrada a tus dos comentarios.

    Que son ellos mismos dos grandes reflexiones a las que me apunto, punto por punto.

    Un abrazo.
    Amigo.


    Iacob

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