viernes, 24 de julio de 2009

TORMENTA DE VERANO




A mi amiga Pilar tras leer su poema IDAS Y VENIDAS.


     He fumado hasta la extenuación, comido hasta el dolor, bebido hasta caerme por las escaleras. He sentido mis pies quedarse en lo alto de la torre mientras el estómago me ardía. Y de repente, tú, plantado en la arena, en la misma orilla del tiempo, perenne, como el amor de ese niño de palabras tendidas al viento.
     
Abro los ojos, quiero verte, tocar la esencia de tus días. Me hago pequeña y me dejo caer en la palma de tu mano. Me desnudo para besar, para acariciar el suelo que piso, tu piel bajo mis pies: tierra madre, esencia de verdad.
     
Y de repente estalla el temor, allá, en la tersa cuerda del devenir, como el trueno de una tormenta de hiel: “¡Que no se borre tu voz, que llegue hasta mi boca sedienta! “, pienso. Y no soy capaz de imaginarte como un recuerdo.
     
Miro el reloj y está parado. No lo entiendo. Pero es verdad, las agujas se sueltan y se clavan en mi carne, como si tú no estuvieras.

2 comentarios:

  1. Amigo y querido Santiago!:
    Me han dejado darme una vuelta por aquí para encontrarme con este maravilloso regalo que me haces. El otro dia lo leí aquí en la playa, sin saber que me lo habias dedicado, y me gustó tantísimo!!! Qué suerte tengo al descubrir que era un poco mío!! Muchisimas gracias!!! Mil besos

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  2. Estimada Pilar.
    Gracias por estar ahí, en la playa, por leer tu poema a través de mis ojos; y además por considerarlo un regalo, que lo es. La dedicatoria va con todo mi cariño... y si, además, te ha gustado; pues que estoy muy feliz.
    Un besazo.
    Santiago Solano

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