miércoles, 12 de agosto de 2009

POR ALUSIONES



     Como bien dices, la vida hay que dejarla transcurrir, que te llene y dejar que esos efímeros reconocimientos, para quien los quieran, lleguen... Pero quien escribe, quiere ser leído y reconocido. Quiere llegar a sus lectores. Porque esa tarea de recoger, imaginar y plasmar situaciones y sentimientos llega. Y estoy de acuerdo contigo en que esa lágrima vista al fondo del auditorio es el mayor reconocimiento que se puede tener. Tuve la suerte de vivir una situación así. Te la cuento sin que sea mentira ni engaño. Estaba participando en un programa de radio junto a Santiago Solano cuando él se puso a recitar sus poesías. Inundó el ambiente del estudio. En un momento dado levanté la vista y vi, detrás de los cristales, a la jovencísima regidora del programa, rastas en el pelo, llorando a lágrima viva. Cuando acabó el programa fui a hablar con ella. Aún tenía el pañuelo en la mano e incluso hipaba. Le pregunté porqué y me dijo: No soy aficionada a la poesía pero nunca he oído ni sentido nada igual. Santiago, satisfecho, sonreía. Y yo comprendí en ese momento la fuerza de la palabra y de la voz. Esa gloria, que aún no he conseguido, la quiero para mí. Y esto que he contado no es irreal, ni imaginario, ni imposible. Tal vez quede defectuoso por mis malas artes como narrador, pero es real. La vida, gracias a Dios, te hace vivir momentos así.
Javier Ribas





3 comentarios:

  1. Gracias Javier, por todo.
    Morfeo

    ResponderEliminar
  2. “PUES ESO..referente al texto- y al último mail de Javier - NO SE PUEDE DECIR NADA DE FORMA MEJOR, MAS CLARA, Y MAS CONTUNDENTE. APLIQUEMOS, PUES, UN POCO DE RELATIVISMO A NUESTRAS OPINIONES SOBRE CUALQUIER TEMA. Y SEPAMOS QUE NINGUNA INTENCION EN LO VIVIDO, INCLUSO EN LO PENSADO Y MANIFESTADO, ES AJENA A LAS CIRCUNSTANCIAS DE CADA UNO. O DE LOS OTROS. Y luego reflexionemos sobre la frase de Walt Whitman, más o menos ésta: “Sí, me contradigo. ¿Y qué?." Yo añadiría que, nosotros, además, nunca somos los mismos, como diría Neruda. En cada instante somos una persona diferente. Seria interesante que leyéramos algunos estudios filosóficos sobre el yo como motor, impulso y referencia. Y que sepamos distinguir el yo positivo del “ego” rídículo, vano y a veces tan distanciador”

    ResponderEliminar
  3. Gracias Emilio, por estar ahí; siempre atento con los amigos, siempre ofreciéndote a la tertulia, que dice Javier, a esta literatura interactiva, que digo yo...
    Santiago Solano

    ResponderEliminar