miércoles, 4 de noviembre de 2009

DEPORTE




     El sol se ha puesto ya. Pongo el cronómetro a cero, pulso el botón y empiezo a trotar. Las luces del alumbrado público pronto quedan atrás. El camino de Nohalos es blanco, bajo un cielo cuajado de estrellas. La luna llena domina en lo alto, a mis espaldas, en el este. El aire es fresco. Todo está en penumbra. Hay también oscuridad. En los bordes del camino, en el anverso de los árboles.
     Al kilómetro uno llego antes de lo previsto, cuando el crono marca ocho minutos cuarenta y siete segundos. Veo los dígitos en la luz artificial que vierte al camino la farola de la antigua granja de los avestruces. Del kilómetro he andado trescientos metros, de prisa, eso sí, todo lo aprisa que mis piernas pueden impulsarme. Subo hasta la esquina del cercado andando, de prisa, de prisa. Me duelen las espinillas. En cuando recupero el trote todo va mejor. Ya sólo da muestras de mi cansancio la respiración entrecortada. Ahora, en noviembre, por la noche, lo que más llama la atención es el silencio, sobre el campo, un silencio espeso, tanto como las sombras. No canta el grillo, ni la cigarra. El aire es frío y viene del oeste, de cara. Entra en los pulmones y hace daño.
     Llego al kilómetro y medio sofocado. Vuelvo a caminar, a toda prisa. Un poco más allá de nuevo el dolor en las espinillas, un dolor fuerte. Levanto los ojos buscando la bajada; pero todavía está lejos, hay que seguir andando, aguantando el dolor, subiendo la pendiente que es tibia como un bizcocho. Miro entonces a mi izquierda, hacia el Vértice Layos. La luna está arriba, pintada de cal, fría. Sigo caminando, atravesando el silencio, apartado el aire frío. Luego de nuevo el trote, hasta el kilómetro dos, bajando. Diecisiete y medio. “¡Bien!”, me digo. Y tiro mis pies sobre la arena.
     El camino vuelve a subir, despacio, de nuevo, inexorable. Empiezo el trote, otra vez, justo cuando me doy cuenta que estoy solo, en medio de la noche, en medio del campo. La soledad y el silencio son una manta que no abriga nada. Viene también la pequeñez de lo que soy a cantarme una canción de cuna. Pero no les hago caso. Subo la pendiente con el frío en los pulmones, apretando los puños. Arriba, cuando los ojos ven ya Nohalos, hay mucho viento, en contra, frío, casi desagradable. Hay algunas luces abajo. Me dejo caer buscando el jalón del kilómetro tres. “¡Qué bien, no siento dolor, la operación de menisco ha sido un éxito!”, pienso.
......Empiezo el regreso andando, de prisa, de prisa, subiendo. Luego, cuando siento la inseguridad de los sin techo y el miedo a la oscuridad, vuelvo a bajar, hacia la arena. La fría luz de la luna me da en los ojos, pero no me deslumbrada. “Puedo correr incluso con los ojos cerrados”, pienso. Así que miro las sombras en la luna, los ojos de la luna, la boca de la luna. Veo la luna y su sombra blanca, la sombra blanca detrás de la luna que se inventa mi astigmatismo. Luego suena mi teléfono inalámbrico. Lo cojo. Es A.C. Hay noticias de la cena del catorce. Hablo mientras corro, le digo lo que estoy haciendo. Me devuelve una voz llena de sorpresa. “Estás más joven que yo”, dice. Me río.
     Cuando termino de hablar la soledad y el miedo al campo desierto se emparejan conmigo, con el latido acelerado de mi corazón. Pero yo sigo corriendo, en la noche, bebiendo el aire helado, bajo la luna, por el camino de Nohalos.






16 comentarios:

  1. Querido Santiago: Me gusta el silencio de las noches de Noviembre, tal vez, porque nací en su obscuridad un día veintiseis de ese mes otoñal. En tu escrito describes un cúmulo de sensaciones como sólo tú sabes hacerlo: Sensibilidad, sueños y realismo llegan al lector hasta lo más hondo del corazón. Felicidades.

    Un beso.

    Mila

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  2. Santiago, las noches de luna llena dan una inmensidad al entorno tan especial que es difícil sentirse sólo. Creo que la luna es buen testigo para encontrarse con uno mismo. De vez en cuando es una buena práctica. El silencio de esas noches puede ser complice para escucharnos el alma y los latidos del corazón a no ser que...suene el teléfono y te recuerde que afortunadamente la realidad existe aunque dejes de verla, al igual que no vemos el otro lado de la luna.

    Besos.

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  3. “La soledad y el silencio son una manta que no abriga nada”
    Desecha esa manta raída y sigue corriendo Santiago. Contigo nos cansamos al subir las pendientes y nos aliviamos en los descensos...Corre, corre...hoy hay una gran luna llena que ilumina tu camino ¿No ves como te sonríe al pasar? Corre, corre...quizás en silencio, pero no en soledad.
    Un beso.

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  4. Para llevar la contraria: deja de correr no vaya a ser que se te escapen las ideas de la novela y te pierdas. Menos mal que la luna tiene ya un cachito menos...porque es que nos "alucina", nunca mejor dicho. Ya me contaras donde está Nohalos porque no tengo ni idea. Eso si, es literario al máximo. Tú venga a escribir y correr y Antonio venga a preparar la cena. Claro, luego todos a mesa puesta.
    Antonio, estamos contigo. Incluso aunque pusieran embutidos...(ya sabes, mejor no, je, je, o pocos...díles que hagan unas tortillitas y algo de ensaladilla...y una gamba, de aperitivo, anda). Bueno, no se si quedará luna para esa noche, Santiago, pero haz el favor de salir de tu casa a tiempo y se puntual. Y no vengas corriendo...que te confias y seguro que llegas tarde...

    Port

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  5. Port, Port... Que los embutidos estan muy ricos!. Para ti las tortillitas, pero yo quiero "carne, carne, carne".

    Que bien sienta un trotecillo a la luz de la luna con el viento helado en la cara, ¿verdad Santiago?. No hagas casos de Port que es un agorero: tu dale a las piernas por Nohalos, pero ven a cenar con nostros, que tenemos mucho de qué reirnos.

    Un abrazo.

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  6. ¡Ah! Mila, este mes, la luna llena, el misterio, la soledad. No sé.

    He leído tu cuento. El cavernícola. Y los comentarios de Alejandro y Montse. Hay en él elementos muy de lo femenino que llaman la atención, y mucho. Más de alguna se va a poner nerviosa.

    Me gusta, más que nada, el desparpajo, la naturalidad, con que tratas el tema. Es como si siempre hubiéramos podido hablar de ello.

    Un beso.

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  7. Gracias Alicia. El otro lado de la luna. Recuerdo cierta canción con ese nombre. Lo oculto, lo que no se ve, la oscuridad.

    Gracias Mª Carmen. No puedo estar contigo por más tiempo. Sigo corriendo hacia ese lugar, subiendo y bajando, fatigándome y descansado, también tú aunque no te des cuenta, hacia ese no lugar, mejor dicho, en el que la poesía es un vaso de agua fresca que sacia para siempre.

    Gracias Emilio por llevar la contraria alguna vez a alguien, así, tan amablemente que apenas sí se nota. Nohalos está, ¡cómo no!, en Burujón. Pasa por delante de mi casa camino de la Puebla de Montalbán. La portada de la revista Tirano Banderas de este año, que tú conoces es precisamente ese camino de... y sí, hay una magia literaria en el sustantivo; no sé, como un retumbar de tambores en lontananza.

    La verdad, Manuel, es que es una verdadera gozada forzar un poco la máquina en la oscuridad de las noches de luna llena. Hay un halo mistérico que te sobrecoge. Y sí iré a la cena del catorce a reírme un poco de todo, con todos vosotros.

    Besos y abrazos, a repartir... que cada cual se pille lo que quiera.

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  8. Amigo Santiago:

    Creo que te has lamentado que hasta ahora nadie te ha pedido
    autorización para leer tu novela.

    Yo la leeré con mucho gusto cuando la publiques.

    El oftalmólogo me ha dicho que no puedo pasarme tanto tiempo frente a un ordenador, y además no me apetece en absoluto leer tanto tiempo en los blogs, cuya estructura se asemeja a los de un
    rollo de papel higiénico.

    Así que ánimo y edita

    Saludos cordiales
    Miguel Ortega Isla

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  9. Estimado Miguel.

    No entiendo nada de lo que dices, por:
    1.- ¿Crees o sabes?
    2.- Nadie no, dos personas.
    3.- Ya la puedes leer, está publicada/ditada en la Revista Tirano Banderas Nº 5, aquí en ESCRITORES EN RED.
    4.- El papel higiénico está muy cerca de los malos olores. Cuidado con lo que insinuamos.
    5.- Sí editaré, pero sólo porque me lo han pagado bien.

    ¡Ah!, te he escrito una larga carta con lo que realmente me apetece decirte; pero al final no la vas a leer, ni tú ni nadie. Las rabietas mejor a solas.

    P.D.

    Me alegra sobremanera que tengas acceso al blog de todos, que tengas acceso a expresarte libremente. Dale las gracias de mi parte a ese amigo común que ha hecho posible tal hazaña.

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  10. Estar a favor de la red no es estar en contra del papel, esto ya lo hemos hablado muchas veces Miguel. Tanto tú, como Santiago, como yo y otros miembros de esta Asociación, hemos publicado en ambos soportes. A nadie le amarga un dulce y, por otro lado, te recuerdo que el otro día te dije que la Revista Tirano Banderas viene publicándose desde su nacimiento tanto en soporte digital informático como en papel.
    De todas formas tú tienes tu postura y yo tengo la mía. Jamás habría entrado en Escritores en Red si fuera una Asociación contraria al libro. Es mas, yo creo que Santiago ha leído casi todo durante su vida en papel. Y ha publicado su obra también en papel, el último libro, con prólogo de Soledad Serrano. En el autobús, donde él ha leido mucho, es dificil leer en el ordenador. Creo que es una polémica que estaba cerrada y no tiene sentido abrirla de nuevo, sobre todo cuando se acerca el día 14 y todos, absolutamente todos, queremos vernos, disfrutar de la amistad y darnos un abrazo.
    Por cierto, una de las obras emblemáticas de la Literatura Universal, "En el camino", de Jack Kerouac fue escrita y llevada a la editorial en un rollo continuo, que todavía se conserva como manuscrito. Entiendo lo de tu vista, pero no lo del papel higiénico. Miguel, hay que ser cuidadoso con las palabras y los conceptos. Y no olvides que tú has sido el primer Presidente de una Asociación que se llama Escritores en Red. Empieza a sentir orgullo por ello. Y más cuando tú has trabajado en IBM gran parte de tu vida. Y eres socio fundador de la Asociación Marqués de Bradomin. Que, repito, además, tiene un Departamento de Publicaciones en papel y una sección de Libreria.
    Por lo demás, estoy deseando que llegue el día 14 y veros a todos.
    Un abrazo general.

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  11. Querido Miguel, como bien sabes, soy defensora de la libertad de expresión; por lo que me atribuyo el derecho a hacerte este comentario: Sinceramente, Miguel, no le pega nada a una persona de tu GRAN CATEGORÍA "comparar" los escritos publicados en los blogs con el papel higienico. Nadie está o debería estar por encima de nadie. Todos los que estamos en esta asociación aportamos en nuestros escritos lo mejor de nosotros: vivencias, fantasías, ficción... Todo ello envuelto en el color de la ilusión. Particularmente, a mí, tu comentario no me la mata, aunque sí me ha sorprendido.

    Miguel, sabes que te aprecio y te admiro, muchísimo, como escritor. No me gusta hacer daño a nadie y creo que a tí tampoco. Ya sabes, en esta vida PARA RECOGER, ANTES HAY QUE SEMBRAR. Seguro que tu has recogido mucho porque eres buena gente. No albergues malos rollos en tu corazón porque sólo conseguirás envenenarle.

    P.D. Recuerdo que en una ocasión me dijiste esto: PARECES MUY FUERTE. No soy tanto, te lo aseguro. Únicamente intento ser feliz en este complicado mundo, sin odios, sin envidias y sin mala baba. Y, lo curioso, es QUE A VECES LO CONSIGO.

    Me alegrará verte en la reunión.

    Un fuerte abrazo.

    Mila

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  12. Hola amigos. Tu texto sublime, Santiago, me ha transportado al los alrededores nocturnos de Burujón como si corriese a tu lado, la verdad es que cuando pones corazón en lo que escribes, que creo que es casi siempre, no tienes rival en ningún aspecto, todo un deleite el leerte. Pero perdonad que os diga, cambiando de tema, que si que me ha hecho gracia la comparación con el papel higiénico y no os debe extrañar que sea precisamente a Miguel al que se le haya ocurrido, su estilo es siempre irónico y mordaz, y eso es una de las cosas que más aprecio de su obra. Por otro lado, considero que nuestro ex-presidente necesariamente debe adorar la literatura internautica puesto que no para de crear textos alusivos a esta forma de comunicación, en cantidad, objetivamente más que cualquier otro, que yo sepa. Así que, Santi no te lo tomes a mal, yo sé que en el fondo hay una gran amistad entre vosotros, Un abrazo para todos.

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  13. Amigo Santiago, me ha gustado tu "DEPORTE". He vivido con tanta intensidad las carreras que relatas, con tanto detalle, acción y emoción que he acabado sudando, de placer ¡claro!

    Por otra parte, me alegro por la publicación de tu novela, sobre todo porque será como tú siempre has querido.

    ¡Ah!, no veas las palabras de Miguel por el lado ingrato, seguro que no ha querido ofender. Tú no lo mereces. Yo creo que ha sido un lapsus propio de quien no tiene costumbre. Alégrate, porque está integrándose en esta práctica y acabará afinando sus tonos para satisfacción de todos. Verás como en la cena lo explica su intención y todo queda revestido de la mistad de siempre.

    Un abrazo.

    Alejandro

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  14. Estimados Antonio y Alejandro.
    Gracias por venir a esta vuestra casa; y gracias una vez más por vuestro comentario gratificante.

    En cuanto a lo del papel higiénico, la ironía, la mordacidad, los lapsus, la falta de costumbre, etc., permitidme que no esté en absoluto de acuerdo con vosotros.

    Ya hubo un tiempo, no ha mucho, que muchos miraron a un lado cuando se estaba masacrando al pueblo judío. Entiendo que hay buena voluntad por vuestra parte, que es de agradecer, y ganas de unir que no de separar, que también.

    Pero uno no se puede tomar las cosas como le parecen. Las cosas son como son. Entiendo que alguien se pueda equivocar una vez, dos, tres, diez; pero equivocarse siempre, me parece demasiado.

    Esa reiteración continuada de equivocaciones viene dada, no os quepa duda, por lo que dices tú, Antonio, por esa amistad de las profundidades, esa amistad ahogada en vete tú a saber qué aguas turbulentas.

    Un abrazo fraterno, amigos.

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  15. Cuando los cuchillos silban de un lado a otro, permitid que agache la cabeza. Al mismo tiempo que me libro de cuchilladas os hago a los amigos una reverencia.
    Abrazos para todos
    Enrique

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  16. BREVE APUNTE SOBRE JOSÉ TOMÁS DE MANTIS

    Miles de aficionados han hecho de la llamada Fiesta Nacional
    uno de los pilares en se apoya su personal motivo de felicidad, pero muy pocos saben expresar el porque de su pasión.

    Tú amigo Santiago lo has hecho por todos.
    Ignoro si eres aficionado o no, poco importa, en ambos casos ha triunfado la Literatura ya sea transcribiendo una emoción o inventándola.

    Me quedo para mi deleite con la frase:
    “La chicharra y el grillo toman sus instrumentos y tocan la eterna canción del campo”

    Cuando algún extranjero me pregunte:
    - ¿En qué radica el misterio de los toros?

    Contestaré:
    - Lea usted la novela JOSÉ TOMÁS DE MANTIS de Santiago Solano
    Grande.
    Miguel Ortega Isla

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