viernes, 17 de agosto de 2012

DONDE ACABAN LOS MAPAS


Para mi tercera seguidora, Ana Belén Rodríguez Patiño.



     Donde acaban los mapas, el hombre se adentra cautamente en la senda agreste de la memoria. La curva baja hacia el sur con una luz de carne, joven y tersa, siempre con la sombra del pecho a la derecha, mientras el ombligo y el triángulo de la vida vocean a lo lejos consignas traperas.

     Donde acaban los mapas, los árboles son verdes y amarillos. Las sombras humanas desciende lánguidamente hasta las manos de la madre tierra. La nariz del hombre se sumerge en el aire con facilidad. ¿Alguien conoce la frescura de la fuente? Pues así. Es una tela y un bastidor en presencia del embrujo del arte.

     Donde acaban los mapas, la esfera de luz arde ante el frío. El ojo fija su punto principal en la pared negra. La intensidad de los cuatro puntos deja de expandirse. Es ahí precisamente en donde aparece la conciencia. Nadie sabe tanto como tú de esta convulsión. Respira hondo y asciende. Así de fácil.

     Donde acaban los mapas, el silencio es mensurable. Tiene la consistencia del pan en todas sus formas, tanto físicas como espirituales. Cada bocanada, cada cucharada, cada caricia, cada tañido, cada mirada, cada pensamiento, cada sonrisa; cada vez que algo se mueve algo se rompe. No es un lugar, es un casi que algo exacto.

     Donde acaban los mapas, el final del camino es todavía más oscuro. Ese cuerpo de mujer u hombre en el que estás pensando ahora. La esencia mínima de ti. La incógnita irresoluble cosida en el ala del arlequín bajo una luz crepuscular. Es decir, la humanidad adentrándose en el camino tortuoso de la materia.

     Donde acaban los mapas, finalmente, está Ana con su belén de voz y caricias. El hijo de Rodrigo, pincel en ristre; como quien no quiere la cosa. Y el viento colándose por el vano de la almena, tras la librería de añejo. Patiño baja desde el cuello, a modo de pañuelo, como un adorno.



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14 comentarios:

  1. Siempre interesantes tus letras.
    que disfrutes el fin de semana.
    un abrazo.

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  2. Gracias Enrique.

    Por tu interés, por tu comentario.
    Y sí, en pasarlo bien estoy.

    Iacob

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  3. Precioso. Muchísimas gracias. Pongo el enlace en mi blog, www.dondeacabanlosmapas.blogspot.com,en Facebook y en Twitter.
    ¡¡Gracias y bellísimo!!

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  4. Gracias a ti, por estar en esta casa.

    Iacob

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  5. Lo bello de los mapas es que te llevan a descubrir lo que no sale en ellos...

    Un abrazo y mil gracias por tu huella.

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  6. Gracias a ti Laura, por tu comentario, y por tus desancladas letras, que dan fe del bien hacer.


    Iacob

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  7. Me encantan los mapas, colecciono desde niña... Ellos nos hacen soñar caminos. Hermosa entrada. Gracias. Un abrazo.

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  8. Gracias Julie por tu comentario y por tu hermosa bitácora.

    Iacob

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  9. Pocas sensaciones hay tan excitantes como pasar el dedo por un mapa dibujando, ya sea real o imaginario, un viaje. Porque en el fondo, tod@s llevamos un Ulises dentro de nosotros. Con anhelos, miedos y quimeras como él, pero también con su sed de conocimiento.

    Itaca está allí, al final de cada línea... y en la unión de todas ellas... Allá donde acaban los mapas, en nuestra mente y corazón.

    Bonito texto, Iacob, me has hecho viajar e imaginar como cuando era pequeña. Gracias.

    Besos y abrazos.

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  10. Todo cambia, todo se transforma como no, en el mapa mi pueblo ha sido en su tiempo de una provincia, ahora es de otra, de este modo el mundo transforma y cambia los mapas....Aquellos años de niño cuando jugaba con los amigos a encontrar pueblos o ciudades, los miro ahora y hay hasta países que han cambiado de nombre o su territorio se ha transformado por la situación...

    Hoy tenemos Internet o cualquier modo de mirar un mapa y los tenemos en 3D que no deja detalle desapercibido.

    Gracias.

    Saludos Cordiales.

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  11. Gracias Mari Carmen, una vez más, por tus palabras amigas.

    Iacob

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  12. Gracias E..P.. por tus palabras.
    Llevas razón cuando dices que todo cambia, que los mapas cambian, que las personas incluso cambian.
    La esencia misma de la vida es el cambio.
    Seguro que ya no somos niños, y lo hemos sido.
    Ahora tengo bigote y hubo un tiempo que no.
    Ahora me estoy quedando calvo y hubo un tiempo que tuve...

    Todo cambia, sí.

    Iacob

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  13. Un original poema y que deleita leerlo.
    Saludos.

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  14. Gracias Ohma por pasarte por esta bitácora, leer y comentar.
    Sí, una de las cualidades de la poesía ha de ser precisamente esa, deleitar al lector.
    Si así ha sido contigo, me siento satisfecho.

    Iacob

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